Nuestra columna tiene dos curvas si la observamos lateralmente, una cervical y otra lumbar. Estas curvas dan una resistencia a la cadena de huesos mucho mayor que si fuera totalmente recta. Es capaz de aguantar las tensiones y actuar como amortiguador de los impactos.
De mantener estas curvas se encargan un grupo de músculos que se denominan tónicos, son mucutos que se encargan de mantener la postura. También poseemos otros músculos que se encargan del movimiento.
Todo esto bien a que en muchas ocasiones el exceso de diferencia entre los músculos tónicos y los físicos generan los llamados “problemas de espalda”. Al estar de pie o sentado, como es la postura de la mayoría de los trabajadores, los músculos tónicos están trabajando y fortaleciéndose, pero los músculos del movimiento no.
Esta diferencia hace que se deteriore o se altere la forma básica de la columna, provocando dolores.
El método pilates desde su origen da una gran importancia al equilibrio entre los músculos posturales y los músculos del movimiento.
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